jueves, 22 de septiembre de 2011

El sigiloso encanto de la sugerencia

¿Se han preguntado alguna vez por todo lo que encierra la sugerencia?, ¿qué hay en lo sugerente que nos conmueve sin saber por qué?, ¿qué posee una mirada sugerente que la hace tan atractiva?, ¿qué esconde un lenguaje sugerente que encierra tanto contenido?
Cuando somos objeto de una mirada sugerente sentimos la atracción del misterio, la sensación de ser contemplados por una atención dirigida que oculta algo mientras nos invita a lo desconocido… y no podemos dejar de reconocer que lo desconocido se muestra maravillosamente atractivo para el ser humano.
Somos así… nos atrae “aquello” que todavía no conocemos y efectivamente, una mirada sugerente conlleva en su ejecución una gran dosis de misticismo.
En el caso de la expresión corporal sucede lo mismo. Una expresión sugerente atrae mucho más que una expresión rotunda. Con su manifestar implícito, la sugerencia deja abierto el camino a todo un universo de posibilidades, mientras que lo explícito no se guarda nada para sí, lo ofrece todo, agotando en su expresión las posibilidades de interpretación de aquello que se nos tiene que entregar. Queramos o no, nos interesa mucho más lo que se insinúa y no se muestra, que lo que se manifiesta a las claras…

martes, 20 de septiembre de 2011

Recuerdos de un viaje: Los lugares de Heidegger II

De alguna manera, el paisaje de Todtnauberg, en pleno corazón de la Selva Negra, sugiere la naturaleza salvaje del pensar heideggeriano. Su silencio invita serenamente a un meditar de grandes eventos...
En la cabaña que aparece en la imagen se gestaron algunos de los mayores escritos filosóficos del siglo XX, en la manera en la que el propio Heidegger describió en alguna ocasión: "Este es mi mundo de trabajo (...) Cuando en la profunda noche del invierno una bronca tormenta de nieve brama sacudiéndose en torno del albergue y oscurece y oculta todo, entonces es la hora propia de la filosofía."